Me levanto a tomar agua, tengo la boca absolutamente reseca.
No sé qué está pasando realmente, parece
todo una maldita película
de terror.
Luego me dirijo al baño y me miro al
espejo, me encuentro con la peor cara que me he visto en la vida, como si
hubiera carreteado una semana entera sin parar.
Cierro mis ojos.
-¿Que me pasa?, Vamos reacciona... qué
diablos pasa contigo Fernando, ¡tú no eres así!- me digo.
Al abrir los ojos vuelvo a mirarme al
espejo.
Cuando me aprecie ahí me di cuenta que
estaba sangrando de la cabeza...
-Esto es una pesadilla nuevamente,- me
toco la cabeza para cerciorarme y poder despertar.
Pero eso no pasa. EN ese momento escucho
bulla en el comedor y me dirijo lentamente hacia allá...
Cuando mire quienes conversaban en el
comedor, sentí el pecho apretado, sude, y mi corazón latió a mil por hora. No podía
ser cierto lo que veía.
Aarón estaba conversando conmigo.
-¿Quieres un cigarro Aarón?
-No gracias.
-Yo sí, lo necesito
-Entonces, me dices que te gusta y que no
sabes que hacer. Ósea Fernando, ¿sabes cuánto es lo que arriesgas?
-Lo sé, lo sé. Pero que me guste no
significa que se lo vaya a decir. Prefiero no decírselo…aun.
-No se hombre yo que tú me enamoro de otra
persona.
-Lo he intentado y tu bien lo sabes, pero
tengo mala suerte en eso.
-Sí, eso también lo sé, gracias a Dios no
soy tu, jajaja.
-Pues bien lo tomare como un cumplido.
-Pero siento que tengo que decírselo, más
que mal ella fue la que me busco también al principio.
-Fernando ella es una mujer casada... y 10
años mayos que tú. Estas seguro que es lo que quieres hacer.
-Hay Aarón si estuvieras en mi posición me
entenderías bien. Ella es... Ella es la mujer de mi vida. Estoy obsesionado con
ella.
Aarón finalmente se va y me desea suerte.
Cuando comienzo a seguirme comienzo a
entender prácticamente lo que sucedió.
De un momento a otro estoy en la
Universidad e invito a Alicia, la mujer de 33 años que me gusta, profesora de Matemáticas.
Aun no pudiendo despertar de mi pesadilla,
me continúo viendo.
Caminábamos por el centro cuando un tipo comenzó
a regalar billetes, me pareció raro todo esto. Nos acercamos… y sorpresa era el
marido de Alicia... Rubén.
Él se alteró al verme y comenzamos a
discutir. Saco un revolver y disparando al aire, me enfrente a él, luego de un
par de golpes Alicia lo defendió y me mando a la cresta.
Me sentía de lo peor, pero ¿que era todo
este sueño que estaba viendo?
Posteriormente llego la policía y la televisión,
así que me desaparecí entremedio de la muchedumbre.
Fue cuando recordé que había visto en la televisión
una noticia parecida a esta y supe al instante que era la misma noticia solo
que no recordaba haber estado ahí.
Minutos luego de lo sucedido me veía
absolutamente fuera de mis casillas. Llame a Alicia, y me dijo que era un
pendejo que me olvidara de ella, que solamente me utilizó, y que amaba a Rubén.
Veo que me levanto de una plaza y me
dirijo donde fue la pelea, me encuentro el revolver que Rubén había sacado, lo escondió
justo antes que llegara la policía, había alcanzado a ver dónde lo había
dejado. Se le olvido recupérala, con los nervios seguramente.
Al rato me veo en la puerta de casa de
Alicia y golpeo fuertemente la puerta.
Sale Rubén y queda helado al verme con la
pistola en la mano.
Le disparo en una pierna... Alicia grita
al verme y al ver a su marido en el piso.
-Nunca debiste hacerlo Alicia... ¿Porque?,-le
decía llorando.
-Déjalo no tiene nada que ver Fernando,
esto es entre tú y yo.
-Lo Siento tanto Alicia
Miro a Rubén, y le disparo en su otra
pierna.
Alicia me lanzo un florero, pero alcanzo a
reaccionar y disparó contra ella.
-¡Nooo!,-grita Rubén.
Me doy cuenta que Alicia yace en el suelo
con un tiro en la frente.
La tomo entre mis brazos y comienzo a
reaccionar… la eh matado. Lloro de impotencia y sufrimiento.
¿Qué hago ahora?
-Maldito te voy a matar ya veras,- me
grita Rubén.
Lo miro y le digo:
-Lo Siento.
Le disparo en la cabeza.
Y me retiro del hogar de ellos. En un
momento me veo a la orilla de un rio, con la pistola en la mano.
No logro entender bien que es lo que estoy
viendo.
Veo que me siento en la orilla del puente
de espalda al rio. Finalmente decido acercarme parándome justo frente a mí.
-En que momento perdí el rumbo. Yo no soy así.
No era así. Mi único error... fue enamorarme,- Decía mi yo, a quien miraba
acongojado.-... Yo la amaba, ¡¡¡PORQUE!!!¡¡¡DIOS!!! Porque... Perdóname
Alicia... Te Amo.
Bang!
Veo que me disparo en la cabeza.
No podía creer lo que estaba viendo...
Yo, yo... estaba muerto.
Me había suicidado luego de cometer un
crimen. Por fin lo entendía todo.
Me vi absolutamente muerto flotando en el
rio. Me toco la cabeza y tenía la herida de bala que me había hecho. Fue cuando
entendí todo los sueños que tuve, todo lo que pase.
Estaba muerto.
Fue cuando finalmente me quedé
absolutamente en silencio.
FIN
Escrita por: Franklin Zarate
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