¿Qué es realidad y que no lo es?
Nunca me había sentido tan podrido por
dentro.
Finalmente no sé en qué estado me
encuentro. No como, y ya dormir me asusta definitivamente, que otra pesadilla más
me mostraria mi realidad.
Dormir esta fuera de mi sistema.
Escapo a mi realidad y finalmente me doy
cuenta que no tengo donde ir.
Todos mis amigos, toda mi vida se está yendo
al demonio por un capricho mío, por un error. Lamentablemente un error del que
no arrepiento.
Quizás sea eso lo que más me mata el alma,
el no arrepentirme.
-Señor, -escucho que me dicen fuerte- ¿Un
paragua? solo $1000 pesos.
Tan perplejo estoy de mí mismo que no me había
dado cuenta que estoy de pie en una plaza, bajo la lluvia, y prácticamente sin
abrigo alguno.
-No, gracias.- Le dije.
Que lluvia más fuerte, así que decidí
caminar bajo ella, sin rumbo alguno.
Luego de caminar y en un momento detenerme
suena mi celular.
Aprieto el botón de contestar, pero no
digo ni una sola palabra.
-Aló, ¿Fernando? Soy Nina, escúchame con atención.
Vente para mi casa inmediatamente, tengo un problema grave, te necesito.
Nunca había escuchado a Nina tan afligida.
Esa llamada me hiso reaccionar un poco, y
darme cuenta de que no sabía lo que hacía, así que me di la vuelta y me dirigí
a verla lo más rápido posible.
Finalmente llego a su casa, absolutamente
empapado, y golpeo su puerta.
Al abrir la puerta me doy cuenta de que es
Karina.
No la veía hace un tiempo así que la
abrace, mientras salían lágrimas de mis ojos.
-Qué te pasa, vienes mojado.
-Nada discúlpame, fue un impulso.
-Anda a secarte y vienes después.
-No es necesario, que es lo que pasa.- le
digo preocupado.
-Está bien, pasa te estábamos esperando.
Al ingresar a la casa de Nina me encuentro
con ella, más Rocío y Aarón
Todos me miran extrañados.
-La carita. -me dice Nina.
-Aarón se para y me saluda como si nada
hubiera pasado.
-¿Qué te pasa Fernando?, ¿estás bien?. Te
estamos esperando hace rato. Tenemos que organizarnos bien para la fiesta que
vamos a hacer en tu cumpleaños. -Me dijo Rocío.
Silenciosamente miro a todos.
No entiendo nada. Simplemente es como si
nada hubiera pasado.
-Nina, ven un poco. -Le dije.
La aparte hacia un lado y le pregunte que
pasaba.
-Porque hacen como si nada hubiera pasado.
-De que me estás hablando. -Me preguntó y
me miró como si yo estuviera loco.
Pensé que esto no podía ser posible, que
no es verdad. Los mire a todos y salí de la casa.
Me retiré a mi casa, me recuesto en mi
cama, para despertar nuevamente de esta pesadilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario